Después de la Revolución de Mayo de 1810, la disputa de poder que atravesó la política riojana se centralizó principalmente en enfrentamientos entre las redes de las familias más importantes de la élite riojana, entre ellas los Ocampo y los Dávila.
En este marco se desarrolló el primer intento de lograr la autonomía provincial en La Rioja, entre 1815 y 1816. Un cabildo abierto impulsado por la familia Dávila declaró la conformación de la provincia como entidad autónoma el 24 de mayo de 1815, para evitar quedar bajo la esfera de poder de José Javier Díaz, gobernador federal, quien bajo los auspicios de Artigas, había declarado a Córdoba independiente del Directorio poco tiempo antes.
Sin embargo, los Ocampo lograron poner en discusión tal resolución y luego de varias idas y vueltas, el Congreso reunido por entonces en Tucumán restituyó la jurisdicción de La Rioja a la égida de poder de Córdoba. Este primer intento dejaría una impronta no despreciable y en 1820, cuando se produjo la caída del poder central, La Rioja avanzó en la autonomía de Córdoba. Así, en 1820, y luego de algunas escaramuzas, Francisco Ortíz de Ocampo se constituyó como gobernador intendente de La Rioja.
Con la concreción de la autonomía provincial los conflictos entre las familias riojanas no se aquietaron. Poco tiempo después de tomar el poder, en octubre de 1820, el propio Ocampo fue expulsado quedando como nuevo gobernador Nicolás Dávila. En este conflicto se hizo presente una nueva fuerza político-militar dirigida por Juan Facundo Quiroga, por entonces Comandante de Milicias de la jurisdicción de Los Llanos, quien apoyo la destitución y quedó como nuevo arbitro de la provincia. Cuando los Dávila intentaron reducir el poder del Comandante de Milicias, se produjo en marzo de 1823 una batalla a campo abierto en el paraje de «El Puesto» donde se impuso Quiroga.
Tras su triunfo, Quiroga tomó el control de la provincia y asumió como gobernador por un breve período hasta que fue sucedido por un hombre de su confianza: Baltasar Agüero, gobernador que será clave en las primeras amonedaciones oficiales.
En las últimas investigaciones realizadas por Mariano Cohen, nos detalla que:
«…el 26 de marzo de 1824 la Junta de Representantes provincial anuncia la próxima aparición de las monedas de cordón a los cinco departamentos de la provincia y el 31 de marzo envían dos docenas de ellas a cada uno, damos por hecho que trata de las piezas de 1 real…»
Cohen, M. «Monedas de la Rioja 1824-1829». Instituto Federal de Investigadores Numismáticos de la República Argentina
Como bien explica Cohen, Facundo Quiroga va a ser clave en la comunicación con el gobernador e intendente en relación a los trabajos realizados en el nuevo cuño.
El 2 de abril se envía una docena de monedas a Córdoba y otro tanto a Buenos Aires, solicitando sean aceptadas para la circulación en dichas provincias, y agradeciéndoles la ayuda provista especialmente en el envío de cobre y utensilios.
En este sentido el 6 de mayo el gobernador le comenta a Quiroga que aún no acuñaron oro porque los interesados (inversionistas), aún no se decidieron a hacerlo esperando la respuesta de Buenos Aires y Córdoba sobre la circulación de las piezas.
Sin embargo el día 24 de mayo encontramos esta nota:
«El gobierno de la Rioja tiene el placer de remitir á V.R. un par de monedas de oro, por ser las primeras que ha producido el reciente cuño de esta ciudad y deberse muy justamente las primicias de este establecimiento á un gobierno, cuya generosidad, y beneficencia, ha puesto en actitud esta provincia de realizar sus empeños.»
Recopilaciones de Leyes Numismáticas desde 1652 hasta 1935. Museo Casa de la Moneda. Pág.41
Por su parte el 9 de Julio, veremos el aumento de acuñación en oro:
«Tengo el honor de remitir á manos de V.E. doce monedas de oro nuevamente producidas en el cuño de esta provincia: no excusaré este deber con las demás clases que salgan en la progresión de este establecimiento para satisfacción de V.E. y de esa benemérita providencia, cuyos intereses ligados con los demás reportarán con el tiempo grandes ventajas de estos principios.»
Recopilaciones de Leyes Numismáticas desde 1652 hasta 1935. Museo Casa de la Moneda. Pág.41
Nuevamente citando a Cohen, el autor nos demostrará los detalles de la acuñación:
«…se sellaba el oro en 22 kilates y 68 escudos el marco y la plata 11 dineros y 68 reales, siendo el título superior a las potosinas, al menos en ese momento…»
Cohen, M. «Monedas de la Rioja 1824-1829». Instituto Federal de Investigadores Numismáticos de la República Argentina
Por este motivo, y ante el significante avance de trabajo en el cuño el 15 de Agosto el gobernador Agüero manda un bando invitando a inversionistas de la provincia a participar como accionistas:
«…De la casa de moneda en que se sientan las bases de su establecimiento que da principio por una asociación por los hijos del país… Se halla este gobierno autorizado por la junta de representantes al establecimiento de una casa de moneda, á que deban destinarse las copiosas pastas que explota el cerro de Famatina como único recurso á que se debe exclusivamente la fundación de este país mediante á que ni la agricultura ni la escasez del arroyo, ni el comercio, por lo desviado por nuestra situación local, pueden preparar un progreso que rediman estos habitantes de las privaciones que sufren; y por cuanto, se han tentado ya los recursos ordinarios, que están en la adopción del Gobierno, y resultando insuficientes para el acopio del numerario bastante á los crecidos gastos, que demandan su realización, y después de consultar la materia, con las personas de mejor consejo…»
Recopilaciones de Leyes Numismáticas desde 1652 hasta 1935. Museo Casa de la Moneda. Pág.41
No tuvo mucho éxito, por lo tanto el día 23 de octubre decide extender los beneficios. El 16 de noviembre llama a reunirse a todos los accionistas y allí sin duda decidieron empezar las inversiones, ya que al día siguiente sale otro bando invitando a quienes dispongan de plata piña y chafalonía a concurrir a la tesorería de la ciudad para venderlas a un precio más ventajoso. También deciden cerrar la suscripción por la cual pusieron mil pesos cada uno de ellos, e invitan a cada uno de los departamentos de la provincia a entrar, aclarando que habrá una nueva reunión el 15 de febrero de 1825 y que están de acuerdo en que allí ingrese la «Sociedad de Buenos Aires para trabajar el Mineral de Famatina»,dando inicio a los conflictos con la «Famatina Mining Company» ,fundada en Londres y auspiciada por el entonces Ministro de Gobierno Bernardino Rivadavia.
Bibliografía:
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- Bragoni, B.: ¿Gobiernos de familia? Élites, poder y política en la experiencia argentina del siglo XIX. Microanálisis: ensayos de historiografía argentina. Buenos Aires: Prometeo, 2004.
- Cohen, M.: «Monedas de la Rioja 1824-1829». Instituto Federal de Investigadores Numismáticos de la República Argentina.
- Chao, F. Cohen, M. y otros: «Monedas Argentinas de emergencia – 1815/1823» Pág. 91-115.
- Fuente de la, A.: «Los hijos de Facundo. Caudillo y Montoneras en la Provincia de La Rioja durante el Proceso de Formación del Estado Nacional Argentino 1853-1870». Prometeo Libros. Ciudad de Buenos Aires. 2007.
- Goldman, N.: «Legalidad y Legitimidad en el Caudillismo. Juan Facundo Quiroga y La Rioja en el Interior Rioplatense (1810-1835)». Boletín del Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani. Tercer Serie, número 7, primer semestre de 1993.
- Gomez, F. y Mazzoni, M.: «Clero y política en La Rioja en los años veinte del siglo XIX. El Teniente de cura Melchor León de la Barra, de revolucionario a “reo de alto crimen”» Instituto de Historia Argentina y Americana Dr. Emilio Ravignani.
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Ternavasio, M.: «Historia Argentina 1806-1852». Siglo XXI. Buenos Aires 2009.