Cr. Darío Sánchez Abrego
Analizar el sistema de vida de las canteras en el valle del Tandil, provincia de Buenos Aires, Argentina, nos obliga a alejarnos de la pequeña urbe formada en los alrededores de la Fortaleza de la Independencia de 1823, para adentrarnos en un medio que se caracterizó por su aislamiento físico, económico, cultural y social. Ello explica en parte porqué se mantuvieron formas de vida originarias de sus países natales en estos emprendimientos mineros.
La Cantera La Movediza de Domingo Conti se desarrolló entre 1885 y 1950. Es uno de los ejemplos de economatos mineros, con utilización de fichas salario, alojamiento selectivo, proveeduría y fonda además de reglas que impedían al obrero o su familia dirigirse a la ciudad, por lo menos hasta pasado un largo tiempo luego de la gran huelga de las canteras de 1908.
Hoy, hablar de la Cantera La Movediza, es adentrarnos en un paraje, caro a los sentimientos de la ciudad ya que allí estuvo oscilando la famosa Piedra Movediza hasta febrero de 1912 y fue el origen de la conocida Villa Italia, uno de los sectores más prósperos y queridos de la ciudad.